Mis ojos estaban de color rojo, parecian dos cerezas vendiendose en el mercado, a punto de explotar, con cascadas de agua salina por toda mi cara, mientras tanto esta fuerza me seguia sosteniendo.... solo gire y dije -" he tenido un ataque de nervios, no he podido controlarlos, soy una persona inmadura, lo se, para alguien que esta en sexto curso, pero que puedo hacer, eso me pasa por ser tan "freak"-, cuando por fin la mano se libero de mi hombro, pude alzar mi cabeza lentamente y me di cuentas que para mi mala suerte, era del director, que me cojio entre sus brazos musculosos y me dijo-" todo va a estar bien..."-, me acompaño hasta el salon donde debia estar recibiendo mi clase de filosofia, me introdujo en medio de todo mis compañaeros, y con la cabeza hacia abajo, me diriji a mi banca, al fondo en la esquina. Sentado, seque con mi mano el rastro humedo de mi sufrimiento, y era inebitable el delicioso aroma que habia dejado esta autoridad sobre mi, era una mezcla de masculinidad con dulzura, un rastro de vainilla en medio del desierto arido, una fuente deliciosa que me hizo delirar las dos horas, en las que me importaba que carajo hizo un tal Platón, o porque su teoria de las ideas me hacia recordar esa mano tan fuerte, que me hacia pensar cada vez mas en fantasias muy diversas, como ir a su oficina y cerrar la puerta, comenzar a besarlo descontroladamente, y que coloque su fuerza sobre cada una de mis vertebras, que lentamente acaricie mi cara, mientras yo lo despojo de esa camisa impecablemnte blanca, quitando cada uno de esos botones, hasta dejar su pecho descubierto, solo con la corbata de lino roja, colgando, como simbolo de posesion, estrtemeserme en medio de su brazos, comenzar a mezclar el sudor que sale como vapor de nuestro cuerpos, mientras agresiva,ente me coloca sobre su escritorio, empapando todo los documentos importantes, dejando atras cualquier cordialidad, solo seguir nuestro instinto, la pasion, el deseo.
Abri mis ojos, tratando de que la imagen no se vaya de mi memoria, pero era demasiado tarde, se habia esfumado completamente al escuchar las palabras -" salga a la pizarra a explicarme que era el mundo de las ideas-", y con veinticinco miradas asehcandome, inculpandome, como si en vez de imaginamre la escena erotica, la hubieran visto en pantalla, me sentia como un pecador ante el papa, como cazeria de brujas, maldita hoguera, o en este caso, maldita pizarra. Me pare frente a todos, fingiendo valentia, y seguridad, pero no duro, me senti muy mal, de repente como una brisa arrasadora, me invadieron los nervios, comenze a sudar como cubo de hielo dentro de microondas, mis manos temblaban como si me fueran a mutilar ante un peloton de fusilamiento, senti que era el momento indicado para morir, dejar de respirar, pero el reloj me lanzaba indirectas, con su maldita actitud de todo dependen de mi. Mis labios iba a abrirse para dejar fluir ciertas palabras, pero fueron interrumpidos por el chillido interminable del timbre del recreo, en este momento, me hize invisible, nadie me veia, o deicna algo, como si el sonido me hubiera atrapado en sus manos y me protegieran del que diran, que era mi mayor temor, pero ahora tenia que confrontar estos horribles 15 minutos de actividad social...
